Identificación de especies |
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Características: Es el mayor de los zorzales presentes en Europa. Por su aspecto y plumaje se parece a un zorzal común, pero en grande. Su plumaje se diferencia por tener las partes superiores pardo oliva tirando más a gris, y la inferiores más claras (ocráceas); las motas del pecho son más grandes que las del Zorzal común, y los flancos están igualmente moteados. Además, la parte inferior del ala es blanca, muy llamativa en vuelo. El joven tiene el plumaje general más pálido. Hábitat: Bosques claros (de perennes, de caducifolios y mixtos), praderas de montaña, dehesas. También en huertos y zonas arboladas próximas a las poblaciones, principalmente durante el invierno. Costumbres: Suele encontrarse formando grupos en las amplias praderas y pastizales, generalmente de montaña, en los que hay presencia de arbolado disperso. Cuando busca alimento no baja la guardia, camina a saltos realizando cortas carreras y parando de repente, a la vez que adopta una posición erguida, en actitud vigilante. A la menor molestia emite un reclamo de alerta áspero y levanta el vuelo, que es potente y muy ondulante. El Zorzal charlo se alimenta de una gran variedad de bayas silvestres, sintiendo una especial predilección por las del muérdago; asimismo, come insectos y pequeños moluscos. Nidificación: Realiza dos puestas anuales, entre abril y julio, que oculta en los árboles. La puesta consta de 4 ó 5 huevos que son incubados sólo por la hembra durante unos 15 días. Los polluelos son nidófilos, y requieren de los cuidados paternos durante unos 20 días antes de emprender el vuelo. Movimientos migratorios: En términos generales, podemos considerar al Zorzal charlo en Burgos como una especie residente. En verano, su distribución se limita fundamentalmente a las zonas más altas, siendo más común en los valles y en el sur durante el invierno. Además, durante el periodo invernal se produce un aporte de aves procendentes del otro lado de los Pirineos. |